Dreamfields México llegó para quedarse

El pasado sábado 17 y domingo 18 de noviembre, se llevó a cabo la primera edición del festival holandés Dreamfields, en México.
El evento logró convocar a más de 50 mil asistentes que se dieron cita en el valle del Estadio Akron para disfrutar de los mejores DJs y actos en vivo de música electrónica.
Desde Suecia, Alesso fue el encargado de cerrar el escenario principal el primer día. Por su parte, el holandés Tiësto hizo lo propio el día domingo.
Más de 50 artistas se presentaron distribuidos en 3 escenarios temáticos; el Main Stage decorado con un ave fénix emergiendo hacia el cielo, albergó los sonidos más populares de la música dance: desde el Big Room House, hasta el Psytrance, pasando por el Techno y un poco de Reggaetón.
Un escenario exclusivo de la famosa disquera Armada Music (propiedad de Armin van Buuren), presentó el show de DJs como MaRLo, Andrew Rayel, Orjan Nilsen, Thomas Gold, Dubvision entre muchos otros.
También se contó con un stage exclusivo de Hardstyle, género muy popular en Holanda. Los artistas que pasaron por estos decks fueron elegidos por los lables XXleretor y Scantraxx.
Destacó la participación de la sinaloense Mariana BO, quien puso a brincar a todos los asistentes con un set cargado de energía. Además presentó por primera vez un ensamble de cuerdas que dieron un toque especial a su show.
Don Diablo y Oliver Heldens pusieron el Future House en el escenario principal, haciendo bailar el famoso “shuffle dance” a los tapatíos.
Dentro de las amenidades del festival encontramos juegos mecánicos como ruedas de la fortuna, sillas voladoras, entre otros.
No podía faltar la comida y la bebida. Zona de food trucks muy variada y barras laterales en todos los escenarios dieron un excelente servicio.
En general una muy buena experiencia para ser la primera edición. Algunos aspectos técnicos a mejorar, ya que durante el primer día no funcionaron las pantallas del lado derecho en el escenario principal; y durante el segundo día el audio falló justo en el set de Tiësto.
La tierra y el frío también jugaron un papel importante para la experiencia del público. Con el frío no hay nada qué hacer pero quizá con la tierra pudieron prevenirlo colocando lonas sobre el pasto o algún tipo de piso portátil.
El área VIP y Diamante se encontraba exclusivamente en el escenario principal, por lo que se llenó rápidamente; a pesar de que se había ofrecido otra área VIP en el escenario de Armada. Buena percepción y opinión del público en general.
Ya fue anunciado que el festival regresa el 16 y 17 de noviembre del 2019, además se espera que se siga realizando, por lo menos durante los próximos 4 años.
Guadalajara demostró que tiene con qué cumplir la demanda de audiencia y servicios para más festivales de esta magnitud. ¡Nos vemos en 2019!
Redacción: José Pablo Quiñones
Fotografía: Diego Ramírez